Gracias, muchas gracias, yo también los quiero mucho, muy buenas noches a todos y a todas; querido intendente de Leones, finalmente llegamos a Leones, también veo ahí a la Reina del Trigo, hermosa, hola, ¿cómo estás? Señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señor Gobernador de la provincia de Santa Fe; queridos gobernadores que nos acompañan porque esta obra, anunciada hace más de 40 años, está ubicada geográficamente o une geográficamente a dos provincias tan importantes, como Santa Fe y Córdoba, pero en realidad la presencia de los gobernadores de las distintas provincias argentinas le da el verdadero significado a esta obra, que es de todos los argentinos, una obra estructural que une puntos determinantes de la producción, pero también cuida de la vida de millones de argentinos que van a poder transitar con mucha mayor seguridad que lo hacía antes.
Porque está bien agregarle obras a la infraestructura económica, pero también está bien cuidar de la vida de cada uno de los argentinos. Recién Hermes me contaba que sus padres habían hecho una casa, aquí, en la Ciudad de Ceballos y que era peligroso venir porque había siempre accidentes.
Por eso hoy estoy muy contenta, esta es una obra que él amaba mucho, él siempre decía que la Autovía iba a ser una obra que iba a quedar en la memoria de todos los argentinos. Son esas obras, como la que vamos a inaugurar el próximo año también. Atucha II; Yacyretá o cuando terminemos la Ruta 14 para toda la Mesopotamia, o la Ruta de Capricornio que une Formosa y Salta o la línea NEA-NOA, o la otra gran línea que estamos extendiendo para conectar toda la Patagonia, ya hemos llegado a Pico Truncado, obras soñadas por todos los argentinos, durante décadas y que estamos cumpliendo los sueños.Cumplir los sueños de una Argentina mejor, más integrada, cumplir los sueños que tantos hombres y mujeres que construyeron esta Pampa gringa o que vivieron en el Norte argentino, como nosotros que venimos con el viento del Sur soñamos con un país más federal, con un país donde todos tengan las mismas posibilidades, el que nace en la Quiaca, o el que nace en Ushuaia, un país más igualitario, mas equitativo. Esa es la Patria que queremos, y que todos tenemos que construir, esa es la Patria que él soñaba y por la que se rompió el alma, junto a todos nosotros.
Yo quiero decirles a todos ustedes de mi inquebrantable compromiso con ese modelo de país, con esa convicciones, con esta Argentina que en sus 200 años no solamente inaugura obras como esta, sino que además también tiene el orgullo - y lo puedo decir en esta Córdoba la docta - de haber destinado como nunca antes en la historia el mayor porcentaje de su Producto Bruto a la educación, que hizo grande a la Argentina, que permitió que surgiera esa clase media, hija de los trabajadores, hija de los inmigrantes; esa educación donde hoy estamos cumpliendo, más allá de lo fijado la meta que para el año 2010 era de 6 por ciento del Producto Bruto y estamos casi en el 6.50, con obras en las universidades.
El otro día, junto a José Luis Gioja, en San Juan, inaugurando la escuela 1.000. Mil escuelas del año 2003 a la fecha, 1.047 escuelas. (APLAUSOS). Millones de trabajos que han incorporado nuevamente a millones de argentinos al circuito productivo. Recuerdo cuando él llegó al gobierno siempre le decía: "llegaste con menos votos de los desocupados que había, en la República Argentina". Y con esa inmensa voluntad y esa inmensa convicción de creer que era posible construir un país que no estuviera subordinado a las políticas que nos dictaban de afuera, sino que fuéramos capaces de formular nuestro propio proyecto de Nación, apuntalando el mercado interno, fomentando la exportación. Y aquí estamos, queridos argentinos, a siete años y medio de aquel 25 de mayo, del año 2003, cuando pocos creían que se podían hacer las cosas que decíamos y las comenzamos a hacer, comenzamos a reconstruir prolijamente cada una de esa cosas, que nos había metido en la cabeza en cuanto a que no éramos capaces de hacer un país diferente, en que si nos apartábamos de lo que nos decían desde afuera, de lo que nos decía el Fondo se venía el fin de los tiempos, se venía la noche, en que si apuntalábamos un mercado interno iba a debilitar la exportación. Y nosotros decíamos que no, que era posible tener políticas autónomas, que era posible desarrollar mercado interno y exportación y hemos crecido como nunca en materia de Producto Bruto y en materia de exportación. Nunca hemos estado tan integrados al mundo como lo estamos ahora.
Y déjenme decirles, porque ustedes saben como muchos de los que hoy compartimos esta noche maravillosa con esa Luna fantástica, que muchos empezamos desde muy jóvenes, tan jóvenes como ustedes, alguna vez fuimos tan jóvenes como ustedes, aunque parezca mentira fuimos tan jóvenes como todos ustedes. Ustedes no saben lo maravilloso que es haber comenzado desde muy joven en la política creyendo profundamente en el país y en su pueblo; ustedes no saben lo que se siente cuando uno recuerda todas las cosas que hemos vivido, cuando se recuerda a los que ya no están y entonces, al mirar atrás, uno se da cuenta que no ha sido en vano haber creído durante tanto tiempo en tantas cosas, en haber luchado con tanta fuerza, con tanta perseverancia, casi con terquedad y obstinación, lo que se siente cuando mira atrás y, entonces, en momentos como este, donde estamos cumpliendo 200 años, donde hemos alcanzado el período de crecimiento económico más importante de nuestra historia, donde estamos desarrollando el plan de infraestructura más importante del que se tenga memoria, donde estamos logrando que millones de argentinos se incorporen a más derechos, cuando hemos creado la Asignación Universal por Hijo para darle el derecho al estudio y a la educación a millones de chicos que sino no tendrían otra oportunidad, cuando vemos que vuelven a husmear las chimeneas, que las industrias vuelven a florecer en la República Argentina, cuando vemos a nuestros productores colocar a precios inimaginables antes su producción, cuando vemos que han retornado al país más de 800 científicos argentinos que se habían ido por falta de oportunidades y hoy vuelven al país, cuando paso por aquella calle que me tocaba pasar cuando volvía del Congreso por el Consulado de España y veía las colas y colas de argentinos con carpas y con sillas esperando para irse de la Argentina y cuando veo hoy que quieren volver y quieren venir desde otros lugares aquí, no saben el orgullo que siento de ser argentina.
Siento que tanto esfuerzo valió la pena; siento también que el dolor que siento hoy por no tenerlo junto a mí compartiendo esto, por esa voluntad también, esa inmensa voluntad que siempre tuvo...Ojalá que nos esté viendo desde algún lado porque se lo merece.
Yo quiero decirles a todos ustedes que vengo una vez más aquí a compartir un momento de alegría y de felicidad, aún en el momento de dolor y de tristeza. Siento sinceramente, que frente a ustedes, puedo decirles que el compromiso inquebrantable de seguir luchando por una patria más justa y más igualitaria, sigue en pie hoy más fuerte que nunca.
En nombre de todos ustedes y también en nombre de él, quiero agradecerles, finalmente, a todos los argentinos, pero muy especialmente, a los miles y miles de jóvenes que lo acompañaron y decirles de mi compromiso con ustedes, con estas generaciones que han vuelto a incorporarse a la política y que marca un rumbo de que es posible volver a creer a partir de hechos concretos y de políticas concretas, quiero decirles que siempre voy a estar junto a ustedes desde el lugar en que me toque estar, siempre los voy a acompañar porque en cada uno de ustedes, lo estoy viendo a él y me estoy viendo yo cuando empecé igual que ustedes a luchar por un mundo mejor.
Gracias, muchas gracias, quiero decirles que los quiero mucho, que vamos a estar siempre juntos y ahora. Yo también los quiero mucho, que Dios los bendiga a todos y que Dios nos bendiga a todos y que bendiga a la Argentina también y que nos siga ayudando para seguir construyendo un mundo mejor.
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