jueves, 3 de julio de 2008

Cristina: “No vale la pena pelearnos por unos dólares”


En la movida agenda que tuvo ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, dos de los actos que protagonizó tuvieron que ver con el sector agropecuario y específicamente con la industria lechera. El más importante fue anoche en la Casa Rosada, donde presentó un acuerdo en el que el Estado otorgará subsidios que permitirán una mayor rentabilidad para el productor y el congelamiento de los precios de 16 productos lácteos. La Presidenta aprovechó la ocasión para hacer referencia a las retenciones móviles a la soja. “Recuerdo que hace un mes se nos decía que éramos irreales cuando planteábamos el esquema de retenciones a un nivel de 600 dólares. Muy bien: ha llegado”, sostuvo.
Previamente había dicho que la leche es “el petróleo blanco” y estimó que en un futuro inmediato “va a adquirir mayor valor”. El acuerdo con el sector lácteo es otra de las herramientas con las que el Gobierno busca desarmar un posible regreso a la protesta de las cámaras agropecuarias.
Por la tarde, Fernández de Kirchner había estado en Chivilcoy, una ciudad eminentemente agropecuaria de la provincia de Buenos Aires, donde dejó inaugurada una planta de producción láctea y la ampliación de una industria autopartista, que provee a Renault y Toyota.
En esa ciudad una patota que expresaba consignas a favor de las cámaras agropecuarias agredió, amenazó e impidió participar del acto a militantes de dos agrupaciones kirchneristas, MUP y La Cámpora. Según dijeron algunos de sus integrantes juan manuel Fonrouge dirrector de la revista 2010, los ruralistas les tiraron clavos miguelito en la ruta 5 y les rompieron los vidrios a los micros y los amenazaron con armas de fuego. Ya en la calle de ingreso al lugar donde se desarrollaba el acto, los ruralistas cruzaron sus camionetas 4x4 y no los dejaron pasar. También varios funcionarios de la comitiva presidencial fueron insultados y amenazados.
En el acto, la Presidenta estuvo acompañada por el gobernador Daniel Scioli –que anteayer había sido agredido en Olavarría– y por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, que es oriundo de Chivilcoy. Estuvo, además, el intendente local, Ariel Franetovich.
Frente a esos actos de violencia la Presidenta pidió a los ruralistas que “nunca más levanten la mano contra un hermano” y subrayó que “no vale la pena que por un puñado de dólares más nos enfrentemos con el que fuimos a la escuela, con nuestros amigos. La amistad, la familia, el terruño, valen más que todo eso”. “La solidaridad, la comprensión, ayuda a vivir mejor la vida y hacernos distintos de los animales, aunque estos parecieran más razonables que algunos humanos”, afirmó.
Al ingresar al polo industrial de Chivilcoy, la Presidenta se enteró de la liberación de Ingrid Betancourt y en el acto hizo una referencia: “Es una victoria de la vida y la libertad” .En Chivilcoy CFK también habló de la soja. Fue al recordar que donde hoy funciona el parque industrial antes había una plantación de soja. “Se veía a una sola persona y hoy trabajan miles”, exclamó. Además, sostuvo que “hace cien años éramos el granero del mundo, pero los argentinos se morían de hambre. Sueño con esto que estamos viendo, fábricas, en síntesis: trabajo, dignidad, movilidad social”.



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