
En 1989, el coronel Héctor Cabanillas concedió tres días de entrevistas al escritor Tomás Eloy Martínez y narró cómo sacó en secreto de la Argentina el cadáver embalsamado de Eva Perón, en 1957, y lo mantuvo oculto, en Milán, durante catorce años.
Cadáver que le costó mucho tiempo descansar en paz. Tal vez la ardua lucha que Eva Perón llevó adelante en su corto lapso como dirigente, debió continuarla su embalsamado y maltratado cuerpo. Tal situación ha sido reflejada en varias notas periodísticas.
Hoy se cumple un aniversario más de su muerte acaecida precisamente un 26 de julio de 1952.Innumerables son los actos que se llevarán a cabo recordando su obra, su mensaje y la posición que le cupo como luchadora social, y como primera dama.
El último de sus discursos fue pronunciado el 1º de mayo de 1952. Su salud hacía ya largo tiempo que estaba muy comprometida. Cansada y muy afectada por su enfermedad, tuvo que dejar sus labores habituales, inclusive el primer y único voto emitido como mujer ciudadana y por lo cual mucho había trabajado tuvo que hacerlo en una urna que le llevaron al policlínico donde se encontraba internada.
Volviendo al discurso, transcribiremos parte solamente, para que nuestros visitantes y sobre todo aquellos que conocen a fondo la historia de los últimos 50 años de nuestro país, realicen una composición de lugar y circunstancias.
“…Yo le pido a Dios que no permita a esos insensatos levantar la mano contra Perón, porque ¡guay de ese día¡ Ese día, mi general, yo saldré con el pueblo trabajador, yo saldré con las mujeres del pueblo, yo saldré con los descamisados de la patria, para no dejar en pie ningún ladrillo que no sea peronista. …”
Más adelante continuaba
”…porque nosotros no nos vamos a dejar explotar jamás por lo que vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metrópolis extranjeras y entregan al pueblo de su patria con la misma tranquilidad que han vendido el país y sus conciencias…”
Finalizó su alocución desde el famoso balcón con lo siguiente:
“Los vendepatrias de dentro, que se venden por cuatro monedas, están también en acecho para dar el golpe en cualquier momento. Pero nosotros somos el pueblo y yo se que estando el pueblo alerta somos invencibles porque somos la misma patria”
Esas palabras fueron pronunciadas sabiendo perfectamente quienes eran los destinatarios-propios y extraños-. No nos equivocaremos mucho si las mismas tienen aún hoy vigencia, sobre todo para muchos propios
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