martes, 4 de noviembre de 2008

PRIMER CONGRESO NACIONAL DE COMPROMISO K

El viernes 31 de octubre, se llevó a cabo el Primer Congreso Nacional de Compromiso K en la colonia de veraneo Chapadmalal. Estuvieron presentes el Secretario General del MUP, Federico Martelli, las diputadas del Frente para la Victoria, Diana Conti, Claudia Bernaza y la Subsecretaria de Defensa del Consumidor de la Nación, Pimpi Colombo. Del ejecutivo, el titular del ONCCA, Ricardo Etchegaray y demás jóvenes y funcionarios de todo el país. La convocatoria reunió a militantes, dirigentes barriales, y organizaciones políticas kirchneristas con el fin de participar, analizar y exponer los lineamientos esenciales del Modelo de País de Crecimiento, Desarrollo e Inclusión Social.El primer orador del panel fue Federico Martelli. “Es importante y necesario que podamos debatir el rumbo político, social, económico y cultural de nuestro país. La verdad que el 2008 fue un año agitado por el conflicto del campo, no sabíamos en qué momento se iba a desarrollar. Era evidente que los sectores concentrados de la economía- reaccionarios en términos políticos- sectores de la oligarquía, y demás definiciones que no vienen al caso, ya que lo importante son los intereses que representan, en algún momento iban a poner un freno a la profundización del cambio que se había iniciado en el 2003.Este año que arrancó de esta manera, al no ser un año electoral, nos permite discutir las cuestiones políticas, ya que en años electorales es muy difícil debatir las grandes ideas de la política. Porque en definitiva hace 25 años que recuperamos el sistema democrático y cada dos años hay que revalidar nuestra permanencia en la función pública, a través de las elecciones. Ganar las elecciones es un punto central para que nosotros podamos llevar adelante un programa político. Y entre elección y elección tenemos un periodo que nos permite profundizar la mirada en las cuestiones políticas. Desde el 2003 a esta parte se ha demostrado que no tenemos problemas electorales, todo lo contrario, de elección a elección ha ido aumentando el caudal de votos en respaldo al proyecto nacional. No hay una homogeneidad en el respaldo de nuestro proyecto, pero podemos decir que en las provincias del norte donde hay una profunda conciencia peronista y de justicia social, y en el conurbano y en las provincias del sur, tuvimos un respaldo importante. Me animo a decir que no hemos tenido grandes problemas electorales sino que hemos tenido grandes problemas políticos. Porque no hay que confundir. Si bien las dos cuestiones son dialécticas y van de la mano; los problemas políticos hay que atacarlos con respuestas políticas y los electorales con respuestas políticos- electorales vinculadas a una campaña de un debate profundo.Yo recordaba cuando venía para acá una frase que dijo un compañero bastante más viejo que yo, más sabio también, que conduce un movimiento campesino en Formosa y la dijo cuando venía para la marcha de la Plaza de los Dos Congresos. “Ya la vivimos esta situación. El triunfo electoral del ‘52 fue una tranquilidad momentánea porque en el ‘55 vinieron por nosotros, y después de ese magnífico triunfo electoral nosotros nos confiamos porque teníamos el respaldo mayoritario del movimiento obrero y del pueblo argentino. Sin embargo, ganar una elección, no nos garantizaba poder político para poder continuar adelante con el proyecto del General Perón”. Esto a mi me lleva a pensar en la necesidad de que no recostemos toda nuestra construcción de poder en el problema electoral, sino que tenemos que pensar que tenemos que recostar nuestra construcción de poder en el problema político, y esto significa que recuperemos la organicidad, la mística, la militancia y la formación de cuadros. Y que de punta a punta del país, ya sea una gestión de alto nivel como puede ser un gobernador, un ministro, un concejal, los compañeros, tengan una dirección, una perspectiva, un programa, tengan una planificación, se sientan parte del proyecto y lo defiendan con la camiseta.Y la única manera de lograrlo es apelando al debate y esta jornada tiene mucho que ver con lo que esta pasando hoy en el país. Parece que alrededor del problema de la conducción política tenemos que reflexionar acerca de unas cuestiones: En primer lugar sobre la necesidad de entender que en la década del ‘90, el partido justicialista como la UCR fueron vaciados de contenido político y fueron transformados en escaleras al poder, pero la forma de acceder a un espacio de poder público no tenían que ver con la doctrina y el plan de trabajo, tenían que ver con una fundación privada. Entonces, ¿para qué un candidato iba a formarse en términos políticos si lo que tenía que hacer era ganar las elecciones, tenía que juntar los votos? Entonces los dos partidos mayoritarios se habían convertido en partidos de comercialización de candidatos. La derecha se reservó para si el plan de gobierno que hacen al destino del país. Nosotros desde que asume Néstor Kirchner a la presidencia recuperamos la confianza entre la política partidaria y entre los disidentes. Y nos pusimos a discutir y empezamos a encontrar esta carencia, que si bien Néstor Kirchner revaloriza la política como herramienta de transformación, tampoco está en todos los municipios del país, ni en las provincias, ni en los barrios, es ahí donde están los dirigentes de todos los días y tienen que hacer tremendos esfuerzos para superar la situación de fragmentación y falta de formación.Hoy un concejal o intendente tiene que ver como consigue fuentes de trabajo, como se introduce en el tema de medio ambiente, como acuerda el tema crédito, el tema financiero, inversión internacional, de la matriz productiva. Hoy un intendente tiene que tener una cantidad de conocimientos que muchas veces no los tienen.Si nosotros queremos que la argentina despegue definitivamente tenemos que utilizar las estructuras políticas para formar los cuadros que el día de mañana, desde ese lugar apliquen la política. Porque desde un Ministerio como el de Planificación Federal, Desarrollo o Educación podemos tener un plan, un programa, los fondos para ejecutarlo, la voluntad política para hacerlo, pero en definitiva después se tiene que aplicar ahí abajo. En definitiva es el último eslabón, que es en el barrio, y de que el programa se aplique y se haga bien depende de los funcionarios de todos los días, del intendente, de los concejales, de los presidentes de la unidad básica. Por eso, la tarea de los jóvenes tiene que ser y sobre todo en este año que no tenemos que ir a buscar los votos, la de construir esto, la de recorrer, formar a los compañeros y tratar de ser un puente entre las distintas regiones, realidades, entre los distintos cuadros para avanzar en este sentido.Sobre lo otro tema que me voy a referir es acerca de la necesidad de construir un Estado militante. Tenemos que empezar a borrar el límite entre pueblo y gobierno, empezar a mezclar un poquito. El presidente de una cooperativa, de una unidad básica, de una asociación civil tiene que sentirse un poco funcionario, porque tiene que aplicar los programas del Estado para solucionar los problemas cotidianos. Y el funcionario tiene que sentirse un poco militante, tiene que empezar a cambiar esa concepción de que se trabaja 12 horas por día y el expediente que quedó queda para mañana y que ya estamos en octubre- y voy a ser autocrítico con esto- y se termina el año, queda para el que viene. Y ese expediente quizás era para agua potable, para 4 mil personas o capaz que es vivienda para 800 personas. Entonces los compañeros que tenemos responsabilidades públicas, tenemos que asumir actitud militante. Y el compañero militante tiene que asumir una actitud de posicionarse desde el gobierno y defenderlo como parte de él. Porque la Argentina ha sufrido una catástrofe social de tal magnitud como consecuencia de un modelo que por suerte se está agotando en toda América Latina, para enfrentar esta catástrofe no podemos hacerlo de la manera tradicional, no podemos esperar que el Estado haga siempre las cosas, tenemos que involucrar al vecino, al ciudadano, al compañero, no podemos esperar un funcionario por más bueno que sea. Porque los problemas que hemos heredado son tantos y tan profundos, con raíces tan profundas vinculadas a lo económico, a lo social, a lo cultural que se necesita protagonismo. Nosotros estamos ante una bisagra histórica y tenemos que aprovecharla.Hoy los laburantes, los compañeros que están en los barrios, los estudiantes en las universidades han abierto una pizquita de confianza en Néstor y Cristina, esta confianza tenemos que utilizarla y esta rendija ampliarla. Tenemos que militar con Cristina, hay que dar respuesta y sobre todo hacer un trabajo político.Para ir cerrando voy a contar una anécdota de un compañero que está acá, que viajo conmigo desde La Plata. Esto sucede en medio del conflicto con el campo. Nosotros, el MUP, tenemos una cooperativa de construcción que estábamos haciendo veredas en un barrio muy humilde de la ciudad. Había muchos compañeros, que cobran planes por 150 pesos, que estaban con el campo, y que gracias a las políticas activas de obra publica de este gobierno hoy están haciendo veredas, teniendo un sueldo digno, siendo parte de una organización, de una cooperativa y recuperando cuestiones vinculadas a la dignidad, al sentido de pertenencia, no es sólo el salario. Estos compañeros influidos por los grandes medios de comunicación apoyaban al campo, la discusión que se dio en esta cooperativa fue la que permitió que los compañeros entendieran, y vieran la realidad de otra manera, y se movilizaran cinco o siete veces para apoyar al gobierno. Yo estoy convencido que sobre el trabajo objetivo hecho por este gobierno hay que hacer un trabajo subjetivo. No alcanza con la decena de miles de casas, no alcanza con el plan mil escuelas, no alcanza con los más de 3 millones de puestos de trabajos conseguido. No alcanza porque la demanda es infinita, y sobre lo que se ha conseguido, el trabajo político. Sobre la casa entregada, la discusión con el compañero; sobre el aumento del salario ganado, la discusión con el compañero. Todas estas mejorías no fueron posible porque llovió suerte, la discusión del país no fue porque llovió desgracia y la reconstrucción del país ahora, no fue porque llovió suerte, fue porque cambio el modelo político. Porque tuvimos un presidente, y ahora una presidenta que van para delante, que no se callan, que dicen lo que tienen que decir, y que no se arrodillan ante los coloquios de los grandes empresarios que están viendo como retoman la manija.Cuando el año parecía concluido, tuvimos al nivel de la renovación de la corte suprema, de la política de lo derechos humanos y del alejamiento del fondo monetario, la medida de reestatización del sistema jubilatorio, entra en ese nivel. Me parece que por los que se están por jubilar y también por mi generación, es una de las medidas que más satisfacción me ha traído y creo que más satisfacción les va a traer a todos los argentinos. Terminar con esta estafa y sobre todo con un endeudamiento, y déficit crónico del Estado nacional para que un par se llenen los bolsillos. Creo que todos vamos a ser diputados y senadores ese día, para levantar la mano y sobre todo los que hace un tiempo no pensábamos que alguna vez nos íbamos a jubilar, vemos que el Estado recupera el protagonismo para que podamos tener una vejez digna. Así que les agradezco haberme escuchado con esta atención, espero haber colaborado con la idea de debatir, y simplemente desde la humilde mirada de un militante que le tocó conducir un movimiento que es parte de la corriente nacional y popular de pensamiento, formación y transformación de la realidad.

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